Visitas

miércoles, 22 de abril de 2015

Día 17: Sólo quien lo ha pasado lo sabe

Buenos días pakillos,

Ayer hice sesión doble completa de ejercicio (2 de 2!!), y estoy hoy que me arrastro... La profesora de GAP nos tenía preparado un circuito de 14 ejercicios seguidos que hicimos dos veces, y aunque me pasé el resto del día más muerta que viva, todavía encontré ánimos para ir a Pilates por la tarde. Conclusión: hoy no me puedo ni mover!

Además, me he despertado con muuucho sueño, a pesar de que anoche, obviamente, caí rendida nada más rozar la almohada. Es posible que sea por este tiempo tan feo y tan "frío" para esta época del año. La primavera se está haciendo de rogar, y yo paso frío con tal de no ponerme la ropa de otoño-invierno a la que tanto asco le he cogido...

Mi periplo en el mundo de las dietas empezó con 24 años cuando, tras unos cuantos años en Santander, empezaban a sobrarme unos kilillos. Hasta entonces, y puede que gracias a que siempre he sido una persona activa y que mi metabolismo no estaba tan atontado como ahora, nunca me hizo falta ponerme a dieta. Siempre he sido ancha de caderas, pero era más bien flaca.

Esa primera vez perdí 6 kilis, tan solo reduciendo las cenas y caminando unos cuantos días a la semana. Qué bonita era la juventud y cuánto la echo de menos!

Algo más de un año después, con 25, me tuve que volver a poner a dieta, esta vez porque estaba bastante gordita. Se me había ido de las manos y busqué ayuda en Naturhouse, ya que una amiga mía de Santander había empezado con ellos y le estaba yendo fenomenal.

En menos de 2 meses ya había perdido 8 kilis, y en 2 meses más conseguí llegar hasta 11. En aquel entonces el sobrepeso que tenía era menor que el que he tenido esta vez, así que llegué a estar bastante flaca, de hecho igual demasiado. Me quedé muy chupada de cara y de torso.

Mi experiencia en Naturhouse no fue mala, pero es cierto que te mandan comprar bastantes productos, en teoría naturales, y después de eso he oído comentarios de todo tipo, algunos no muy buenos, así que no he vuelto.

Y por último, estuvo la Operación Saca la Vaca que Llevas Dentro, que empezó cuando empecé este blog, el 7 de enero del 2014.

En 7 meses conseguí perder 11 kilis yo solita, a base de mucho ejercicio y de comer sano. De estos 11, entre agosto y marzo de este año he recuperado 3 y me he mantenido siempre entre 68 y 70. De todas las veces que he podido intentarlo, creo que ésta última es en  la que más éxito estoy obteniendo, más que nada porque, aunque se me haya ido un poco la mano en los fines de semana y vacaciones, he seguido con la vida sana hasta el día de hoy.

Por lo tanto, mi cuerpo ya está acostumbrado a las comidas sanas y el ejercicio. Las anteriores, hacía la dieta, bajaba, mantenía un poco, y luego volvía a las andadas, pero ahora ya llevo 16 meses comiendo sano prácticamente a diario y sobre todo, no bajando de los 4 días de ejercicio.

De ahí viene el título de este post, sólo las personas que han estado a dieta más de una vez y de manera continuada, pueden entender el proceso por el que estoy pasando ahora. Porque aunque de fuera se vea todo muy sencillo (sobre todo cuando en una de las dos cosas fallas, o directamente no haces nada ya que no tienes sobrepeso), comer sano a diario (y eso quiere decir no ingerir ningún tipo de grasas ni de dulces, que hay gente que se piensa que los dulces están dentro de la vida sana...) y practicar ejercicio entre 5 y 7 veces a la semana se hace muy duro.

Si a eso le añades trabajar al menos 40 horas semanales, ir a clases de Inglés, tener pareja, familia, amigos y  una vida social tan agitada como la mía, requiere una gran organización y prescindir de momentos de descanso y caprichos.Eso sí, mi vida no la cambio por ninguna! :)

Y luego está el tema de la frustración y la incomprensión. Estoy haciendo más ejercicio que nunca, comiendo mejor nunca, y la semana pasada tan sólo bajé 100 gramos. Vamos a ver cuánto bajo mañana... Pero en este punto en el que me encuentro, ya no hay vuelta atrás, estos tienen que ser mis hábitos de por vida. Una vez llegue al peso que deseo, es posible que pueda bajar un poco la intensidad (sin despistarme), pero hasta entonces toca darle muy duro.

Cuando el cuerpo se acostumbra a unos hábitos sanos, devolverlo a unos no tan sanos lo único que se traduce es en engordar. También es verdad que podría ser todavía más estricta y olvidarme de por vida del cheat meal, hacer todavía más ejercicio (esto lo veo prácticamente imposible), dejar las copas con mis amigas y las cenas o picoteos en compañía, y por supuesto las tardes de la caloría que me pego algún domingo tonto que otro. Pero queridos míos... Eso ya no es vida, y como dice una amiga mía, "para lo poco que me queda dentro del convento, mejor me cago dentro"! Que la vida es muy corta, y hay que disfrutarla al máximo!

Así que poco a poco y sin perder la esperanza, vamos a seguir haciendo que cada día cuente, porque en realidad me siento mejor, mucho más ágil y el reflejo que me devuelve el espejo, aunque la báscula diga lo contrario, es mucho más agradable :)

Al rico pollito a la plancha con ajo y perejil y pimientos asados. El truquito del chorrito de limón me lo dio mi amiga Elena, ya que así todo sacia más :)


Platito combinado que nos envía nuestra amiga Elena. Con una pinta...


Pakibesos!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario