Buenos días pakillos!
Este fin de semana he tenido una experiencia digna de contar ya que hasta ahora, nunca me había pasado nada igual!
La cuestión es que el sábado me levanté después de haber dormido laaargo y tendido (en Santander de noche se puede dormir tapadita con manta y fresquita, no como aquí) y feliz y contenta me dirigí a la peluquería.
Me atendieron enseguida, así que todo iba sobre ruedas. Eran las 10:00h y la boda era a las 12:30h no muy lejos de Santander, así que había tiempo de sobra.
Me dejaron en manos de la aprendiz, haciéndome ondas en el pelo, y vaya mujer... Casi una hora y media para lavarme el pelo y hacerme las ondas. Y lo mejor de todo, se pasó todo el tiempo diciéndome lo mucho que se me caía el pelo, y que si había ido a un especialista, que si me ponía ampollas, etc... Vamos, fatal del calamar, porque encima me daba unos jalones de pelo que me dieron ganas de darme la vuelta y darle un sopapo, pero bueno, me contuve ;)
Al final me cogió la peluquera buena y me terminó de peinar y la verdad es que me hizo un recogido bastante adaptado a la idea que tenía yo inicialmente, así que salí contenta.
Pero de camino a la iglesia ya empecé con malestar... Tenía náuseas y se lo achaqué al bochorno que hacía y a que habíamos salido deprisa y corriendo. Pero al llegar a la iglesia... fui incapaz de entrar!!
Unas ganas de vomitar... Encima, el agobio de estar allí detrás de un coche agachada, con todo mi moño, mis taconazos y vestido, que parecía que lo que estaba de resaca. Menos mal que me vió muy poca gente... Pues vamos, resumiendo, que por fin conseguí vomitar y aunque mejoré un poco, acabé yéndome a casa porque seguía bastante mareada, y de hecho, allí volví a vomitar.
Y aunque parezca que la historia va a acabar fatal, decirles que tras una siesta con algún que otro escalofrío (con mi recogido del que no se movió ni un pelo), me desperté algo mejor y tras comer algo sanito, me volví a emperchar y aparecí en la fiesta allá por las 19:00h :) La mala noticia fue que me perdí el banquete, pero es que les prometo que estaba al borde de la muerte. Vaya malestar!
Eso sí, luego ya me encontraba bien, así que me eché algún que otro gin y más de un dancing :) Ayer ya estaba restablecida y pude disfrutar de la buena cocina de mi suegri :)
Así que ya ven, por poco me quedo sin boda, menos mal que la cosa quedó en un susto. Y aunque hubo mucha especulación, comentarles que no, no estoy embarazada!! ;P Yo creo que más bien fue un corte de digestión o que algo del desayuno me sentó mal. Aquí les dejo una foto con Mr Francisco, tan guapiados nosotros :)
Hoy tengo más trabajo que un ministro, así que a ver si encuentro un huequito para hacer ejercicio. Eso sí, lo que no faltará es comida sana :)
María Car me envía tallarines con verduras y salsa teriyaki. ¿A que tiene una pinta excelente? :)
Lengüetazos de lunes!!
Este fin de semana he tenido una experiencia digna de contar ya que hasta ahora, nunca me había pasado nada igual!
La cuestión es que el sábado me levanté después de haber dormido laaargo y tendido (en Santander de noche se puede dormir tapadita con manta y fresquita, no como aquí) y feliz y contenta me dirigí a la peluquería.
Me atendieron enseguida, así que todo iba sobre ruedas. Eran las 10:00h y la boda era a las 12:30h no muy lejos de Santander, así que había tiempo de sobra.
Me dejaron en manos de la aprendiz, haciéndome ondas en el pelo, y vaya mujer... Casi una hora y media para lavarme el pelo y hacerme las ondas. Y lo mejor de todo, se pasó todo el tiempo diciéndome lo mucho que se me caía el pelo, y que si había ido a un especialista, que si me ponía ampollas, etc... Vamos, fatal del calamar, porque encima me daba unos jalones de pelo que me dieron ganas de darme la vuelta y darle un sopapo, pero bueno, me contuve ;)
Al final me cogió la peluquera buena y me terminó de peinar y la verdad es que me hizo un recogido bastante adaptado a la idea que tenía yo inicialmente, así que salí contenta.
Pero de camino a la iglesia ya empecé con malestar... Tenía náuseas y se lo achaqué al bochorno que hacía y a que habíamos salido deprisa y corriendo. Pero al llegar a la iglesia... fui incapaz de entrar!!
Unas ganas de vomitar... Encima, el agobio de estar allí detrás de un coche agachada, con todo mi moño, mis taconazos y vestido, que parecía que lo que estaba de resaca. Menos mal que me vió muy poca gente... Pues vamos, resumiendo, que por fin conseguí vomitar y aunque mejoré un poco, acabé yéndome a casa porque seguía bastante mareada, y de hecho, allí volví a vomitar.
Y aunque parezca que la historia va a acabar fatal, decirles que tras una siesta con algún que otro escalofrío (con mi recogido del que no se movió ni un pelo), me desperté algo mejor y tras comer algo sanito, me volví a emperchar y aparecí en la fiesta allá por las 19:00h :) La mala noticia fue que me perdí el banquete, pero es que les prometo que estaba al borde de la muerte. Vaya malestar!
Eso sí, luego ya me encontraba bien, así que me eché algún que otro gin y más de un dancing :) Ayer ya estaba restablecida y pude disfrutar de la buena cocina de mi suegri :)
Así que ya ven, por poco me quedo sin boda, menos mal que la cosa quedó en un susto. Y aunque hubo mucha especulación, comentarles que no, no estoy embarazada!! ;P Yo creo que más bien fue un corte de digestión o que algo del desayuno me sentó mal. Aquí les dejo una foto con Mr Francisco, tan guapiados nosotros :)
Hoy tengo más trabajo que un ministro, así que a ver si encuentro un huequito para hacer ejercicio. Eso sí, lo que no faltará es comida sana :)
María Car me envía tallarines con verduras y salsa teriyaki. ¿A que tiene una pinta excelente? :)
Lengüetazos de lunes!!
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