Feliz año pakillos!!
Ya tenemos estrenado el 2015, y por desgracia (aunque mi línea me lo agradecerá), ya va quedando menos para que acaben estas fechas tan entrañables!! :)
Como tenía pensado, el 31 fui al gim (3 de 3), comí sanamente en mi casa y luego me eché a la calle a dar un voltio, cené en familia, y a las 2 de la mañana estaba ya encamada. Así que otro 31 distinto, pero no por ello peor :)
Me gustó mucho más la cena de Nochevieja que la de Nochebuena, básicamente porque fue más variada, y porque el 24 cenamos cochino al horno, que con su carita de pena y sus pezuñitas, la verdad es que me cuesta más comerlo. Sí, ya lo sé que como animales a diario, pero al menos no les veo la carita...
El 31 cenamos ensalada de granadas, nueces, tomate cherry y lechuga, jamoncito serrano, langostinos a la plancha, mejillones al vapor y de plato principal lubina al horno, así que como verán, por separado todo es bien sano. El problema, como siempre, son las cantidades y el postre. Aquí les dejo fotito de la mesa.
Y ayer almorzamos cóctel de gambas (me puede encantar), ensalada, y filetes de cerdo a la sal con papitas y verduras. Todo exquisito y bastante sano también! :)
Así que he entrado en el año con muy buen pie :)
El título de este post va porque anoche no me podía dormir, y yo cuando no me puedo dormir me pongo a pensar :) Y no me pregunten por qué, pero anoche me acordé de un compi de la uni de Santander al que no le gustaba comer.
Sí señores, como leen, decía que él comía porque sabía que tenía que comer y alimentarse, pero que no tenía ningún interés en la comida. ¿Qué les parece? A mí esas hard declarations siempre me dejaron alucinada. ¿En serio hay gente a la que no le guste comer y no sienta nada especial al hacerlo?
Comer para mí es uno de los grandes placeres de la vida. Cierto es que cuando me ataca la ansiedad devoro porquerías, y que todos comemos mucho más de lo que nuestro cuerpo necesita, ya sea por gula o por aburrimiento, pero jamás pensé que hubiera gente a la que no le gustara comer!
De hecho, si se fijan, cuando las personas ya son ancianas, su gran placer es comer, y comen tanto que más de uno muere del empacho (datos reales). Pero es que es normal, yo lo tengo clarísimo, una vez pase la barrera de los 70 (que espero llegar), me voy a dedicar al buen comer, que mientras no me complique la salud, estar más o menos flaca creo que no será una de mis prioridades para entonces ;)
Y nada más pakillos, últimamente tengo cero platos sanos que aportar, pero no sólo yo, mis fans me tienen abandonada. Se ve que muy poquitos siguen con la dieta en estas fechas, y la verdad, lo entiendo perfectamente! ;) Este fin de moveré algo más el cuerpinin, a ver si alcanzo el 5 de 7. El lunes nos leemos :)
Lengüetazos de fin de!
Ya tenemos estrenado el 2015, y por desgracia (aunque mi línea me lo agradecerá), ya va quedando menos para que acaben estas fechas tan entrañables!! :)
Como tenía pensado, el 31 fui al gim (3 de 3), comí sanamente en mi casa y luego me eché a la calle a dar un voltio, cené en familia, y a las 2 de la mañana estaba ya encamada. Así que otro 31 distinto, pero no por ello peor :)
Me gustó mucho más la cena de Nochevieja que la de Nochebuena, básicamente porque fue más variada, y porque el 24 cenamos cochino al horno, que con su carita de pena y sus pezuñitas, la verdad es que me cuesta más comerlo. Sí, ya lo sé que como animales a diario, pero al menos no les veo la carita...
El 31 cenamos ensalada de granadas, nueces, tomate cherry y lechuga, jamoncito serrano, langostinos a la plancha, mejillones al vapor y de plato principal lubina al horno, así que como verán, por separado todo es bien sano. El problema, como siempre, son las cantidades y el postre. Aquí les dejo fotito de la mesa.
Y ayer almorzamos cóctel de gambas (me puede encantar), ensalada, y filetes de cerdo a la sal con papitas y verduras. Todo exquisito y bastante sano también! :)
Así que he entrado en el año con muy buen pie :)
El título de este post va porque anoche no me podía dormir, y yo cuando no me puedo dormir me pongo a pensar :) Y no me pregunten por qué, pero anoche me acordé de un compi de la uni de Santander al que no le gustaba comer.
Sí señores, como leen, decía que él comía porque sabía que tenía que comer y alimentarse, pero que no tenía ningún interés en la comida. ¿Qué les parece? A mí esas hard declarations siempre me dejaron alucinada. ¿En serio hay gente a la que no le guste comer y no sienta nada especial al hacerlo?
Comer para mí es uno de los grandes placeres de la vida. Cierto es que cuando me ataca la ansiedad devoro porquerías, y que todos comemos mucho más de lo que nuestro cuerpo necesita, ya sea por gula o por aburrimiento, pero jamás pensé que hubiera gente a la que no le gustara comer!
De hecho, si se fijan, cuando las personas ya son ancianas, su gran placer es comer, y comen tanto que más de uno muere del empacho (datos reales). Pero es que es normal, yo lo tengo clarísimo, una vez pase la barrera de los 70 (que espero llegar), me voy a dedicar al buen comer, que mientras no me complique la salud, estar más o menos flaca creo que no será una de mis prioridades para entonces ;)
Y nada más pakillos, últimamente tengo cero platos sanos que aportar, pero no sólo yo, mis fans me tienen abandonada. Se ve que muy poquitos siguen con la dieta en estas fechas, y la verdad, lo entiendo perfectamente! ;) Este fin de moveré algo más el cuerpinin, a ver si alcanzo el 5 de 7. El lunes nos leemos :)
Lengüetazos de fin de!
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