Sonrisas y lágrimas

Buenas tardes mis queridos pakis!!

¿Cómo va ese lunes? Ánimo, que ya sólo quedan 4 madrugones para el fin de!! :)

El título de mi post define perfectamente lo que ha sido mi fin de semana, porque aunque me lo he pasado re-teta, ha habido comidas mejores para la Operación SLVQLD y otras peores, pero bueno, en general el balance es positivo, así que no se asusten! :)

Mi fin de empezó, como les dije, con el cumple de mi sobrinita y la verdad es que ahí me porté como una champion! Había sándwiches, tortilla de papas, croquetas, trocitos de pizza, chucherías y tartita, y no probé más que una Coca-Cola Light que me tomé tan ricamente. La verdad es que cuando se es fuerte de mente, se siente una fenomenal. (esto es sonrisas)

Luego llegué a casa y me cené una tortillita francesa que es de lo más socorrido. Siempre que no sé qué cenar (controlando no comer tampoco muchos huevos a la semana), me hago una tortillita, la acompaño de cualquier cosa, y cenada! Muy fans de las tortillas francesas!

El sábado tocó  Body Pump, que a parte de ser una clase a la que le voy cogiendo cariño, mi amigo Iván Cárdenes, un muy buen entrenador personal, con toda la formación existente, me recomendó que no dejara de hacer fuerza, ya que se pierde peso no sólo mientras se realiza el ejercicio, sino también después. Y es curioso, porque ese consejo me lo dio hace pocos días, y justo ayer llegó a mis manos el artículo del que les dejo link y les recomiendo que no dejen de leer!

http://www.muscle-center.com/blog/perder-grasa-o-perder-peso

Además, el sábado también tuve la azafato-cena, que tanto me apetecía y en la que pensaba saltarme la dieta, pero lo cierto es que tengo el estómago acostumbrado ya a cenar tan poco, que aunque es cierto que nada de lo que había de picar es bueno para la dieta, tampoco fue tanta la cantidad que comí, así que ni tan mal ;)

Reservamos el catering de El Viajero para ir picando mientras nos tomábamos nuestras copitas y poder estar sentados, ya que te reservan mesa, y la verdad es que la experiencia no estuvo nada mal. La comida no era nada del otro mundo, pero como picoteo mientras tomas algo, está bastante bien y muy bien de precio. Aquí les dejo el menú para que lo golisneen ;)

Y como siempre que salgo de mi hogar con el cuerpo festivo, bebí más copis de las que debería, teniendo en cuenta que esas calorías cuesta mucho perderlas, pero qué quieren que les diga... Que me quiten lo bailao! :) Entre anécdotas de cuando trabajábamos todos juntos, gente muuuy rara y pintoresca que se nos pegó a lo largo de la noche, bailes y risas... Fue una noche para recordar! :) Tuvo tanto éxito, que ya estamos todos cuadrando agendas para al próxima, que por respeto a las madres y padres de familia (nos hacemos mayores), se hará al mediodía para que puedan disfrutarla más. (esto es sonrisa pero tipo la Monalisa, un poco velada, tirando a lágrimas)

Hasta ahora todo normal, una saltada de dieta semanal, lo recomendable y lo acordado ;) Pero llegó el domingo... Y nos fuimos mi chico y yo a comer a El Tagoror con nuestros amigos Juan y María, en el Barranco de Guayadeque... Y se me fue un poquito de las manos! :) (esto son lagrimones de los que una se bebe)

Comí de todo, todito, y estaba todo taaaan rico! Por supuesto, pan con aliolí (es superior a mí), papas arrugadas con mojo, quesitos de la tierra variados, gofio escaldao (mmm me encanta) y para terminar, unos chorizos parrilleros y parrillada de carne, acompañados con papitas fritas. Como comprenderán, esto nos lo comimos entre los 4, porque me lo llego a comer yo sola y reviento! Todo esto, con vino abocado (que yo no probé), agua, y una Coca-Cola Light, 55€, nada mal!

Yo la verdad es que junto con esta vez, había estado otra, y aunque es una tiradilla en coche, vale la pena. Es un sitio muy singular ya que se trata de un restaurante excavado en la montaña, con muchísimas estancias independientes que son pequeñas cuevitas. Vamos,lo que viene siendo una casa-cueva de toda la vida.

El barranco estaba precioso y con los almendros en flor, es un sitio singular de nuestra tierra que bien vale la pena visitar, y encima se come muy bien y baratito... ¿Qué más le piden ustedes a la vida?

A mis acompañantes todavía les cabía un postrito, así que tras un paseíto y unos reportajes fotográficos bien aprovechados, bajamos al pueblo de Agüimes, muy recomendable también, nos dimos un paseíto y fuimos a una tartería a por él (yo sólo me tomé un rooibos de frambuesa). (esto es una buena sonrisa para acabar el fin de)

La verdad es que la tartería está en la misma plaza del pueblo, y el local no está nada mal. Mis acompañantes pidieron tarta de queso y de chocolate blanco con vainilla (que no probé), pero tampoco quedaron súper contentos, y sobre todo, la camarera era un poquito hosca. Pero bueno, el paseo lo aprovechamos y Agüimes siempre vale la pena, así que anímense más que sea a visitarlo! ;)

Y yo creo que ya va siendo hora de cerrar el chiringuito, que por hoy ya tienen bastante información que asimilar ;)

Pakibesos para todos!