Buenos días pakillos!!
Ayer sufrí un ataque de rebeldía! Una cosa llevó a la otra, y en definitiva tuve un día bastante poco light. Pero empecemos por el principio.
Resulta que, como todas las mañanas, me eché mi sandwichito sano a media mañana, de camino a una reunión en el Sur. Pero a la vuelta a mi jefe se le antojó un bocadillo de Yasmina, y casi que me obligó a comérmelo con él.
Obviamente podría haber seguido insistiendo en el no, pero cuando alguien te quiere invitar, me parece una total falta de respeto, por lo tanto accedí agradecida. Los bocadillos del Yasmina son exquisita pata de cerdo hecha al horno, y pan, así que ni tan grave ;)
Al mediodía comí algo menos porque seguía sin apetito, y por la tarde al llegar a casa merendé sandía y nísperos, así que hasta aquí todo ok. Todavía estaba a tiempo de compensar en la cena los excesos de la mañana.
Como saben, llevo varios días cansada. La sesión doble del martes me reventó, y desde entonces andaba renqueante. Entonces decidí quedarme en casa y tomármelo de descanso para que mis musculitos tuvieran tiempo de reponerse para hoy volver a darlo todo.
Iba a decir que craso error, pero en realidad no. Descansar no es un error, ni dejar descansar el músculo tampoco, el error fue abalanzarme sobre la despensa cuando ya había merendado. Hambre no tenía demasiada, pero gula tenía para todo el vecindario.
Así que me metí: unos pocos nachos con guacamole, unos pistachitos y un biscote con paté de aceitunas. Y por si fuera poco, por la noche cené japo (del Shintori, of course)! No me comí ninguna pizza, ni hamburguesa, ni demasiadas chucherías, pero todo esto sumado, lo convierten en una tarde calórica.
La buena noticia es que tras un día como el de ayer, te levantas al siguiente deseando compensar, moverte y cuidarte todo lo que no te cuidaste el anterior. Cierto es que esta tarde tengo copillas con mis amigas, pero yo del trabajo me voy al gimnasio, y así voy aligerando ;) Y si mañana soy persona, caminata al canto! A fin de cuentas, el día de descanso ya lo he tenido ;)
Les dejo con este chiste muy apropiado para este post.
Nuestra amiga Silvia, que come en la ofi, ha descubierto hace poco el lekue y allí mismo se prepara sus comiditas sanas :)
Una de mis cenas fetiche: tortillita francesa con tomates cherry aliñados con orégano, sal y aceite de oliva.
Pakibeeesoooos!
Ayer sufrí un ataque de rebeldía! Una cosa llevó a la otra, y en definitiva tuve un día bastante poco light. Pero empecemos por el principio.
Resulta que, como todas las mañanas, me eché mi sandwichito sano a media mañana, de camino a una reunión en el Sur. Pero a la vuelta a mi jefe se le antojó un bocadillo de Yasmina, y casi que me obligó a comérmelo con él.
Obviamente podría haber seguido insistiendo en el no, pero cuando alguien te quiere invitar, me parece una total falta de respeto, por lo tanto accedí agradecida. Los bocadillos del Yasmina son exquisita pata de cerdo hecha al horno, y pan, así que ni tan grave ;)
Al mediodía comí algo menos porque seguía sin apetito, y por la tarde al llegar a casa merendé sandía y nísperos, así que hasta aquí todo ok. Todavía estaba a tiempo de compensar en la cena los excesos de la mañana.
Como saben, llevo varios días cansada. La sesión doble del martes me reventó, y desde entonces andaba renqueante. Entonces decidí quedarme en casa y tomármelo de descanso para que mis musculitos tuvieran tiempo de reponerse para hoy volver a darlo todo.
Iba a decir que craso error, pero en realidad no. Descansar no es un error, ni dejar descansar el músculo tampoco, el error fue abalanzarme sobre la despensa cuando ya había merendado. Hambre no tenía demasiada, pero gula tenía para todo el vecindario.
Así que me metí: unos pocos nachos con guacamole, unos pistachitos y un biscote con paté de aceitunas. Y por si fuera poco, por la noche cené japo (del Shintori, of course)! No me comí ninguna pizza, ni hamburguesa, ni demasiadas chucherías, pero todo esto sumado, lo convierten en una tarde calórica.
La buena noticia es que tras un día como el de ayer, te levantas al siguiente deseando compensar, moverte y cuidarte todo lo que no te cuidaste el anterior. Cierto es que esta tarde tengo copillas con mis amigas, pero yo del trabajo me voy al gimnasio, y así voy aligerando ;) Y si mañana soy persona, caminata al canto! A fin de cuentas, el día de descanso ya lo he tenido ;)
Les dejo con este chiste muy apropiado para este post.
Nuestra amiga Silvia, que come en la ofi, ha descubierto hace poco el lekue y allí mismo se prepara sus comiditas sanas :)
Una de mis cenas fetiche: tortillita francesa con tomates cherry aliñados con orégano, sal y aceite de oliva.
Pakibeeesoooos!
Esa tb es una de mis cenas fetiche!! AB
ResponderEliminarY tan sencillita! :)
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