Buenas tardes pakillos!!!
Seguimos con nuestra crónica ibicenca, que todavía quedan unos cuantos capitulitos por escribir! ;)
Nuestro primer día completo en la isla, lunes 29 de mayo, lo empezamos desayunando en Bocata Exprés, en Sant Antoni de Portmany, muy cerca del puerto.
Yo, como siempre que piso terreno balear, mi tomatito con pan que no me lo quite nadie! Aunque he de reconocer que esta vez me equivoqué pidiendo, y en vez de ponérmelo untado me lo pusieron cortado. Pero bueno, rico igualmente!!
Mr Francisco se pidió un bocadillo de pollo con todo. Sumando una botella de agua y un zumo, en total fueron 13,50€.
Nuestra primera parada del día fueron Cala Salada y Saladeta. Intentamos entrar con el coche, pero ya a finales de mayo no dejaban pasar, y te hacían volver hacia atrás, en concreto hasta el parking de la piscina municipal de San Antoni, dejar el coche y coger un micro que te llevaba hasta la playa.
Nos sentimos un poco estafados ya que cuando llegamos a la playa había sitio de sobra en el aparcamiento de dentro, pero bueno, es lo que hay! El micro vale 1 € y pico por persona y por trayecto (no lo recuerdo bien).
Estas calas, sobre todo Saladeta, que es de arena fina, están bastante bien, pero justo nos tocó un día en el que había una plaga de medusas, así que no aguantamos mucho.
Luego nos anduvimos encontrando con alguna medusa suelta en todas las playas que fuimos el resto del viaje, así que cuando vayan esparramen la vista por si acaso! En todas las playas hay carteles explicativos, así que debe ser algo común, agravado por el aumento de la contaminación en el Mar Mediterráneo.
De allí nos fuimos a Cala Conta, donde ya por fin disfrutamos de un día de playa en toda regla. Entre una cosa y otra, se nos hizo la hora de comer, así que nos sentamos en el restaurante que está en esta playa pero un poco más alejado que el Sunset Ashram, S'Illa des Bosc.
Las vistas durante todo el almuerzo son un escándalo. Y aunque reconozco que un poco caro, no lo es tanto para cómo son los restaurantes en Ibiza, y comimos de fábula.
Pedimos para compartir: el tradicional "olives y alioli" con pan, canelones de foie y carne, y calamares a la plancha con ensalada.
Estaba todo riquísimo, pero en especial el alioli con tinta de calamar y los canelones. Todo esto con una botella de agua, un par de cañas y una copa de vino blanco nos costó en total 63,70 €.
El resto de la tarde lo pasamos disfrutando de la playa, y a la caída del Sol nos sentamos en Sunset Ashram a disfrutar de un mojito y del atardecer, que desde esta zona se ve de fábula. Mucha gente lo que hace es reservar para cenar temprano mientras cae el Sol. Un mojito y una caña nos costó 14€, ténganlo también en cuenta...
Nosotros tuvimos suerte y todo lo que les he contado hasta ahora nos cuadró sin reservas, pero según en la época que vayan a Ibiza, no está de más reservar mesa si tienen claro dónde quieren comer/cenar.
Por la noche, de vuelta en Sant Antoni, callejeando llegamos hasta una terracita que tenía muy buena pinta, y nos metimos a cenar. El restaurante se llama: Pau Natural Flexitarian.
Como les contaba, se trata de un restaurante al aire libre, tanto para cenar como para tomar una copa, y la verdad es que lo tienen decorado rollo jardín muy chulo. Además, tiene muchas opciones veganas de comida y lo que nosotros probamos estaba muy rico!
Pedimos para compartir una selección de hummus con crudités muy rica, y luego Mr Francisco se pidió un Shawarma del que no tengo foto, y yo una ensalada césar con pollo.
El único pero que le pondría es que tardaron muchíiiisimo en despacharnos la comida para la poca gente que había cenando en ese momento. A parte de que claro, al estar en un jardín, más de un mosquito me picó, pero eso son gajes del oficio!
Todo lo dicho anteriormente, además de un par de cañas y agua, fue en total 39,60 €.
Y con esto termina el volumen 2 de nuestras aventuras ibicencas. Mañana espero poder seguir narrándoles! ;)
Pakibesooos!!!
Seguimos con nuestra crónica ibicenca, que todavía quedan unos cuantos capitulitos por escribir! ;)
Nuestro primer día completo en la isla, lunes 29 de mayo, lo empezamos desayunando en Bocata Exprés, en Sant Antoni de Portmany, muy cerca del puerto.
Yo, como siempre que piso terreno balear, mi tomatito con pan que no me lo quite nadie! Aunque he de reconocer que esta vez me equivoqué pidiendo, y en vez de ponérmelo untado me lo pusieron cortado. Pero bueno, rico igualmente!!
Mr Francisco se pidió un bocadillo de pollo con todo. Sumando una botella de agua y un zumo, en total fueron 13,50€.
Nuestra primera parada del día fueron Cala Salada y Saladeta. Intentamos entrar con el coche, pero ya a finales de mayo no dejaban pasar, y te hacían volver hacia atrás, en concreto hasta el parking de la piscina municipal de San Antoni, dejar el coche y coger un micro que te llevaba hasta la playa.
Nos sentimos un poco estafados ya que cuando llegamos a la playa había sitio de sobra en el aparcamiento de dentro, pero bueno, es lo que hay! El micro vale 1 € y pico por persona y por trayecto (no lo recuerdo bien).
Estas calas, sobre todo Saladeta, que es de arena fina, están bastante bien, pero justo nos tocó un día en el que había una plaga de medusas, así que no aguantamos mucho.
Luego nos anduvimos encontrando con alguna medusa suelta en todas las playas que fuimos el resto del viaje, así que cuando vayan esparramen la vista por si acaso! En todas las playas hay carteles explicativos, así que debe ser algo común, agravado por el aumento de la contaminación en el Mar Mediterráneo.
De allí nos fuimos a Cala Conta, donde ya por fin disfrutamos de un día de playa en toda regla. Entre una cosa y otra, se nos hizo la hora de comer, así que nos sentamos en el restaurante que está en esta playa pero un poco más alejado que el Sunset Ashram, S'Illa des Bosc.
Las vistas durante todo el almuerzo son un escándalo. Y aunque reconozco que un poco caro, no lo es tanto para cómo son los restaurantes en Ibiza, y comimos de fábula.
Pedimos para compartir: el tradicional "olives y alioli" con pan, canelones de foie y carne, y calamares a la plancha con ensalada.
Estaba todo riquísimo, pero en especial el alioli con tinta de calamar y los canelones. Todo esto con una botella de agua, un par de cañas y una copa de vino blanco nos costó en total 63,70 €.
El resto de la tarde lo pasamos disfrutando de la playa, y a la caída del Sol nos sentamos en Sunset Ashram a disfrutar de un mojito y del atardecer, que desde esta zona se ve de fábula. Mucha gente lo que hace es reservar para cenar temprano mientras cae el Sol. Un mojito y una caña nos costó 14€, ténganlo también en cuenta...
Nosotros tuvimos suerte y todo lo que les he contado hasta ahora nos cuadró sin reservas, pero según en la época que vayan a Ibiza, no está de más reservar mesa si tienen claro dónde quieren comer/cenar.
Por la noche, de vuelta en Sant Antoni, callejeando llegamos hasta una terracita que tenía muy buena pinta, y nos metimos a cenar. El restaurante se llama: Pau Natural Flexitarian.
Como les contaba, se trata de un restaurante al aire libre, tanto para cenar como para tomar una copa, y la verdad es que lo tienen decorado rollo jardín muy chulo. Además, tiene muchas opciones veganas de comida y lo que nosotros probamos estaba muy rico!
Pedimos para compartir una selección de hummus con crudités muy rica, y luego Mr Francisco se pidió un Shawarma del que no tengo foto, y yo una ensalada césar con pollo.
El único pero que le pondría es que tardaron muchíiiisimo en despacharnos la comida para la poca gente que había cenando en ese momento. A parte de que claro, al estar en un jardín, más de un mosquito me picó, pero eso son gajes del oficio!
Todo lo dicho anteriormente, además de un par de cañas y agua, fue en total 39,60 €.
Y con esto termina el volumen 2 de nuestras aventuras ibicencas. Mañana espero poder seguir narrándoles! ;)
Pakibesooos!!!
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